miércoles, 15 de febrero de 2017

La casa imperfecta.

Resultado de imagen de CONSTRUYENDO UN CASA
Un maestro constructor, cerca de la jubilación, y presto a  retirarse para disfrutar de su pensión de jubilación, le contó a su jefe  sus planes de dejar el trabajo para llevar una vida más placentera con su esposa y su familia. Iba a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse.

El jefe se dio cuenta de que era inevitable que su buen empleado dejara la compañía y le pidió, como favor personal, que hiciera el múltimo esfuerzo: construir una casa más. El hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo que hacía. Utilizaba materiales de inferior calidad, y su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era deficiente. ¡Total era su último trabajo! ¡qué importancia tenía!

Cuando  terminó el trabajo, el jefe  le extendió las llaves de la puerta :"Esta es tu casa, querido amigo -dijo-. Es un regalo para ti".

Quízás si hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, seguramente la hubiera hecho  diferente. ¡Ahora tendría que vivir en la casa imperfecta que había construido!.

 La conclusión es que debemos ACTUAR como si estuviésemos construyendo nuestra casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo.  La vida es un proyecto y es el resultado de nuestras actitudes y elecciones del pasado. ¡La vida de mañana será el resultado de las actitudes y elecciones de hoy!  


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