TEMA
EBAU.- Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización;
Regeneracionismo y crisis socio-económicas (1902-1923).
Introducción:
El reinado de Alfonso
XIII se inicia en 1902 cuando
es coronado rey a la edad de dieciséis años y concluye en 1931 cuando
abandona el país con la proclamación de la República. Hasta 1923 reinó estando
vigente la constitución de 1876, luego apoyó
el golpe de Primo de Rivera y reinó
durante su dictadura, y, tras la dimisión del dictador, intentó continuar su
reinado volviendo a la constitución canovista. Fue un intento infructuoso porque a los pocos
meses tuvo que ceder paso al nuevo sistema republicano y
abandonar el país.
DESARROLLO:
El inicio del reinado de Alfonso XIII estuvo
marcado por la crisis de 1898, que impulsó el deseo de cambio. Cambio que intentaron
los líderes de los partidos dinásticos como Maura o Canalejas.
Pero el corto alcance de las reformas no evitó que el sistema se hundiera poco
a poco. Durante el primer tercio del siglo XX se acentuó la crisis del sistema
político de la Restauración. Su naturaleza oligárquica no respondía a las
demandas una sociedad que había cambiado debido al proceso industrializador y a
la creciente urbanización. A esta crisis contribuyó el protagonismo político
de Alfonso XIII, quien no renunció al protagonismo político que la
Constitución de 1876 le otorgaba. Su responsabilidad en las políticas
desarrolladas fue alta. Por todo ello, la oposición al sistema derivó en un
rechazo a su persona, que acabó arrastrando a la propia institución monárquica,
especialmente tras su apoyo al golpe de Estado del general Primo de Rivera.
INTENTOS
DE MODERNIZACIÓN: REGENERACIONISMO
A comienzos del siglo XX el sistema político de la
Restauración, sustentado en la Constitución de 1876, era una monarquía
liberal pero no democrática y el turno de los partidos dinásticos, sostenido
por la oligarquía y el caciquismo comenzó a ser cuestionado por el regeneracionismo,
que propuso la modernización política, social y económica de España. El
regeneracionismo aglutinaba el malestar de todos los sectores económicos
que no se sentían representados en el régimen de la Restauración. Joaquín Costa censuró el sistema
político y el falseamiento de la democracia, y propuso una serie de reformas
económicas y educativas que se resumían en el lema “Despensa y escuela y siete
llaves al sepulcro del Cid” que propugnaba la necesidad de dejar atrás los
mitos de un pasado glorioso, modernizar la economía y la sociedad y alfabetizar
a la población. Defendía la necesidad de organizar a los sectores productivos
de la vida española al margen del turno dinástico con unos nuevos
planteamientos que incluyesen el desmantelamiento del sistema caciquil y la
transparencia electoral. Surge así una corriente de pensamiento, revisionismo
político, que con los argumentos regeneracionistas intentó impulsor la
política de la Restauración.
Fueron
primero los conservadores, liderados por Silvela, quienes trataron de emprender «reformas radicales». Para
ello crearon dos ministerios que encarnaban las reivindicaciones del
regeneracionismo: el de Instrucción Pública (Educación) y el de Agricultura; además
se retormó la legislación social iniciada en la 1ª República regulando los
accidentes laborales y el trabajo de mujeres y niños. La tarea política de
Silvela fue continuada por Maura que impulsó
el regeneracionismo conservador, entre 1907-1909, con la puesta en marcha
de su proyecto de “revolución desde
arriba”. Se trataba de hacer profundas reformas políticas que renovaran el
sistema sin socavar sus fundamentos. Pretendía crear un estado fuerte y capaz
de gobernar, reformar la administración local para erradicar el caciquismo y
articular la sociedad en partidos fuertes y apoyados en la opinión pública. El
maurismo tenía los siguientes principios:
§
Defender la influencia social de la Iglesia
católica frente a las pretensiones de la izquierda de crear un Estado laico.
§
Conectar a la monarquía con la realidad social e
incorporar otras fuerzas políticas al sistema, en concreto, el catalanismo
conservador de la Lliga.
§ Llevar
a cabo una política exterior
nacionalista y expansionista en Marruecos que permitiese olvidar el
desastre del 98. Por ello, España participó en el reparto de África ocupando
Marruecos tras la Conferencia de Algeciras de 1906. Pero su ocupación generó el
descontento popular por los
reclutamientos forzosos para una guerra que sólo interesaba a unos sectores
minoritarios: el ejército (que veía la oportunidad de recuperar el prestigio
perdido tras el desastre de 1898, así como un medio de ascenso y de
protagonismo político) y los capitalistas interesados en la explotación de las
minas de hierro del Rif.
En su dinámica política
se topó con problemas como el catalanismo político de la Lliga regionalista
de Prat de la Riba y Cambó que perseguía mayor autonomía, el republicanismo anticlerical
de Lerroux, el auge de las asociaciones y partidos obreros y un creciente
antimilitarismo alentado por la aprobación de la ley
de Jurisdicciones de 1906 y el sistema de cuotas de reclutamiento.
LA
SEMANA TRÁGICA (1909). Estos problemas estallan cuando tras el desastre del
barranco del Lobo Maura decide enviar reservistas. lo que provocó numerosas
protestas por la resistencia de éstos a embarcarse. La situación estalla en Barcelona
(del 26 de Julio al 31 de Julio) cuando a ellos se añade la huelga convocada
por socialistas y anarquista derivó en el asalto y quema de edificios
religiosos y barricadas en las calles. La autoridad militar proclamó el estado
de guerra y estallo una oleada de violencia callejera cuyo balance fue
de116 muertos y 300 heridos. La represión fue dura, más de 1500 detenciones, 17
penas de muerte (se ejecutaron 5, entre ellas la de Ferrer i Guardia, pedagogo
catalán, anarquista y fundador de la Escuela Moderna). Su ejecución, tras un
proceso muy cuestionado, levantó una oleada de protesta en toda Europa, y en
España un grito unánime: "Muera Maura”, por lo que fue cesado por el rey.
CANALEJAS
emprendió el intento más importante de regeneración del sistema para
lograr su progresiva democratización y ampliar las bases sociales del
régimen, buscando la integración política de los sectores obreros (lo que él
denominó una “República coronada”). Su programa estaba basado en la mejora
del sistema parlamentario, la secularización del Estado y la intervención
estatal en materia social. Sus
ámbitos de actuación fueron:
-
Optó por la separación
entre Iglesia y Estado impulsando la libertad religiosa, incluyendo el fin del
monopolio de las órdenes religiosas en el campo de la enseñanza. Intentó
aprobar una nueva Ley de Asociaciones Religiosas (la ley del candado)
que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas, pero la oposición
de los sectores conservadores lo impidió.
-
Reformas sociales: reguló
las relaciones laborales de los trabajadores (ley de la jornada máxima de 9
horas en la minería, ley de accidentes de trabajo, seguridad social
obligatoria, contratos colectivos de trabajo y regulación del derecho a la
huelga).
-
Intento solucionar el problema catalán y las
demandas de la Lliga con la Ley de Mancomunidades Provinciales
-
Aprobó la ley de reclutamiento (1912) que
estableció el servicio militar obligatorio sin distinciones en caso de guerra.
El asesinato de Canalejas en 1912 dio paso a una
serie de gobiernos de corta duración, lo que provocó la fragmentación del
sistema de partidos y una creciente inestabilidad gubernamental.
CRISIS
SOCIAL, POLÍTICA Y ECONÓMICA: 1917-23
Tras
el fin de la I Guerra Mundial se produjo una intensa crisis política, social y económica. Durante el conflicto las
cifras macroeconómicas (gracias a las exportaciones a países en guerra)
muestran un incremento de la riqueza y un desarrollo de la producción industrial,
pero este crecimiento se apoyó en una mano de obra barata. Además, el reparto de
dicha riqueza incrementó las desigualdades sociales, pues subieron los precios
pero no los salarios. La inflación castigaba a las clases populares. En esta
coyuntura los sindicatos obreros crecen y el temor a la vía revolucionaria
(ejemplo de la revolución rusa) lleva a los patronos a optar por una política
de enfrentamiento directo con éstos. En 1917 estala una triple crisis
militar, política y social:
§ Militar:
el ejército empezó a cuestionar el sistema interviniendo en la vida
política y creó las Juntas de Defensa. El Gobierno intentó disolverlas y
detener a sus dirigentes por rebeldía; pero como contaban con el apoyo del rey,
el Gobierno tuvo que reconócelas y admitir sus peticiones (junio de 1917).
§ Política:
ante el clima de tensión, el gobierno decretó la censura de prensa y la
suspensión de las garantías constitucionales y de las Cortes, lo que generó una
oleada de protestas. Cambó convocó en Barcelona (julio 1917) una Asamblea de
Parlamentarios a la que sólo acudieron la oposición y algunos liberales. Ello
originó un movimiento civil que exigió la convocatoria de Cortes
constituyentes, la autonomía para Cataluña y la aplicación de un programa
reformista que contemplara la realidad plurinacional de España. Estas demandas
provocaron una grave crisis política pero la heterogeneidad ideológica del
movimiento, dificultó su cohesión, y el rechazo por parte de las Juntas de
Defensa que se situaron junto al gobierno, facilitaron la disolución de la asamblea.
§ Social: la
tensa situación social y la creciente importancia de los sindicatos
favorecieron la creación de un comité de acción conjunto CNT-UGT, que pese a
sus diferencia (los socialistas partidarios de una democratización efectiva del
régimen y los anarquistas de una revolución social) que convocó la huelga general revolucionaria
13 de agosto 1917. La movilización se extendió por las principales ciudades de
Asturias, el País Vasco, Madrid y Barcelona, así como por Andalucía. Tras cinco
días, el ejército reprimió duramente la huelga.
Pero la represión de la Huelga no significó la paz
social. El fin de la Primera Guerra Mundial (1918) intensificó la crisis
económica; a la inflación de los años de la guerra se unió la contracción
de la demanda, que provocó el cierre de empresas, el aumento del paro y rebajas
salariales. Así:
§
En Andalucía, la agitación social, baja desde
principios de siglo hasta 1917, vivió, entre 1918 y 1920, una etapa de
actividad revolucionaria, conocida como el "trienio bolchevique", provocada por la situación de miseria de
los jornaleros agrícolas, la carestía de la vida y la influencia de la
Revolución rusa.
§
En Cataluña las huelgas, los sabotajes y los
atentados se sucedieron. La repuesta de la patronal catalana se caracterizó por
su dureza: frente a la huelga obrera, el lock-out (cierre patronal de la
empresa por decisión del dueño); frente a la acción directa o terrorismo rojo,
el terrorismo blanco o contratación de pistoleros y bandas armadas para
asesinar a dirigentes obreros y sindicales. Esta situación condujo a la
promulgación de la “ley de fugas” que permitía disparar al detenido que
intentaba fugarse y que se transformó en un auténtico terrorismo de Estado ya
que fue el pretexto legal para disparar por la espalda a cualquier arrestado.
§
En Asturias y Vizcaya la agitación fue una menos violencia,
aunque también fueron frecuentes los enfrentamientos entre obreros y la
patronal y el gobierno.
De esta forma, entre 1917 y 1023, se produce la
quiebra de la monarquía parlamentaria pues aunque hubo tentativas de revitalizar el sistema
ninguna pudo realizarse por la falta de entendimiento entre los grupos
políticos que formaron diferentes gobiernos de concentración (11 en total). El declive
del sistema fue imparable pues a la inoperancia de los gobiernos se sumó la
creciente contestación política al régimen, la conflictividad social y el
desastre militar en Marruecos (desastre de Annual, 1821, más de 10.000
muertes)
Las protestas populares (motines, disturbios, y huelgas
organizadas por la UGT y la CNT) crecieron. El estallido de la Revolución rusa animó a los
republicanos a luchar por una sociedad más democrática, pero provocó un
profundo temor en los terratenientes, la burguesía y gran parte de la clase
media española, cada vez más favorable a
una solución militar autoritaria que pusiera orden en la sociedad española. Era
inaplazable buscar una salida, democrática o autoritaria. El golpe militar, de
Primo de Rivera en 1923 impuso la dictadura, con la aprobación del rey.
CONCLUSIÓN:
Como hemos visto, el período que se
inicia en 1902, con el ascenso al trono de Alfonso XIII, y concluye
en 1923, con el establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera,
se caracterizó por una permanente crisis política que puede
explicarse por la conjunción de una serie de factores: la división de los
partidos del “turno”, el debilitamiento del caciquismo (paralelo al desarrollo
urbano e industrial del país), el desarrollo de la oposición política (republicanos,
nacionalistas y partidos y sindicatos obreros); a los que hay que sumar el intervencionismo
político del propio Alfonso XIII cuyo apoyo a los sectores más
conservadores del ejército culminó en la Dictadura de Primo de
Rivera, que al contar con el beneplácito de la monarquía fue un elemento clave
en el desprestigio de la monarquía y la proclamación de la República en 1931.
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