lunes, 4 de febrero de 2019

Temas Historia de España 2º Bachillerato. Tema 1: Las raíces históricas. La Prehistoria.


LAS RAÍCES HISTÓRICAS DE ESPAÑA
1.      LA PREHISTORIA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
1.1. El proceso de hominización
Las muestras más antiguas de la existencia de grupos de género Homo en la Península han aparecido en los yacimientos de Atapuerca (Burgos). Algunos de los restos humanos hallados allí (una mandíbula) se remontan a 1,2 millones de años. Las características de los restos encontrados en la Gran Dolina (800.000 años) han permitido a los paleontólogos determinar que se trata de una especie nueva, denominada Homo antecessor. Este Homo es, sorprendentemente, una especie parecida a la nuestra, aunque su capacidad craneal era menor. Al parecer se trataba de un antepasado común tanto para nuestra especie como para los neandertales.
Por lo que sabemos de momento, desde el Homo antecessor hasta la aparición de restos de su inmediato sucesor transcurrieron casi 500.000 años. En efecto, el Homo heidelbergensis, cuyos restos también se han encontrado en Atapuerca, vivió en la Península hace unos 350.000 años. En Atapuerta se han hallado numerosos fósiles de unos 30 individuos, entre ellos un cráneo completo y una pelvis.
Este tipo humano fue un ancestro del neandertal (Homo sapiens neandertalensis), mucho más extendido por la Península –Cova Negra (Játiva), Bañolas (Girona), Gibraltar, El Sidrón (Asturias), etc.– y que habitó en ella entre el 230.000 y el 20.000 a.C. aproximadamente. Sus características eran la robustez, la baja estatura y la elevada capacidad craneal (1.450 cm³). Era una especie bien adaptada al frío y vivían en grupos con una cierta organización social. Conocieron el fuego y practicaron ritos funerarios.
El Homo sapiens sapiens llegó a la península Ibérica hace unos 40.000 años, por lo que convivió algunos miles de años con los neandertales hasta que estos se extinguieron. No obstante, parece que nunca llegaron a mezclarse con ellos. El Homo sapiens se extendió también por toda la Península, llegando incluso a los archipiélagos balear y canario.
1.2. Las sociedades paleolíticas
Las sociedades paleolíticas vivían de la caza, el carroñeo, la recolección de frutos y moluscos, y la pesca. Se trataba de una economía depredadora. Estas actividades obligaban a los grupos humanos a un constante nomadismo al tener que seguir a los animales. En aquel momento, la caza era abundante; poblaban la Península numerosas especies de grandes herbívoros adaptadas al clima frío y húmedo –bisontes, uros, renos, etc.
Los progresos tecnológicos permiten establecer las etapas del Paleolítico.
§  En el Paleolítico Inferior las herramientas eran de piedra trabajada toscamente.
§  En el Paleolítico Medio la talla de la piedra mejoró y apareció la especialización instrumental (puntas, raederas, cuchillos, etc.).
§  En el Paleolítico Superior aparecieron nuevos materiales –huesos, astas de animales, conchas marinas– y se perfeccionó la talla de la piedra.
Los individuos se reunían en pequeños grupos con una organización social muy elemental, aunque fue ganando en complejidad con el tiempo. Habitarían probablemente en cobijos circunstanciales y de forma temporal. Solamente a partir del Paleolítico Medio habitaron también en cuevas; para ello fue necesario primero dominar el fuego, como hizo el Neandertal.
También se han encontrado muchos yacimientos al aire libre, desde hábitats estacionales –vinculados a la trashumancia– hasta otros más permanentes.
No se sabe demasiado sobre las creencias espirituales. Parece que el primero en enterrar a los muertos fue el Neandertal, ya en el Paleolítico Medio.
Ø  El arte rupestre
Los habitantes de la península Ibérica desarrollaron durante el Paleolítico Superior (hacia el 25.000 a.C.) unas importantísimas manifestaciones artísticas en la zona cantábrica: es el llamado arte rupestre cantábrico. En España destacan las cuevas de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo. Las pinturas se han relacionado con una motivación mágica (favorecer la caza) o religiosa (cuevas-santuarios). Los rasgos de estas pinturas son:
§  Presentan un acusado naturalismo, aunque también aparecen algunos elementos abstractos. Predominan las figuras de animales.
§  Son pinturas policromas.
§  No existen escenas compuestas, sino que se dibujan animales individuales.
§  Se localizan principalmente en cuevas profundas y oscuras.
Más tarde, entre el Mesolítico o Epipaleolítico[1] y los inicios del Neolítico (7.000-4.000 a.C.) apareció el llamado arte rupestre levantino. Se localizó en la vertiente mediterránea desde Cataluña hasta Murcia (Valltorta, en Castellón; Cogull, en Lleida; Bicorp, en Valencia, etc.).
Estas representaciones muestran modos de vida cazadores-recolectores, pero que ya estaban siendo influidas por la difusión del Neolítico. De hecho, algunas escenas plasman domesticación de animales, trabajos agrícolas, etc.
Estas manifestaciones artísticas son muy distintas a las de la zona cantábrica.
§  Son figuras principalmente humanas, pintadas de forma estilizada y esquemática y con cierto grado de abstracción.
§  Son monocromáticas o se utilizan pocos colores: ocre y negro.
§  Representan escenas muy variadas: enfrentamientos armados, cacerías, recolección de miel, danzas, etc. Suelen tener un sentido narrativo.
§  Se localizan en abrigos rocosos relativamente bien iluminados.
1.3. Las sociedades neolíticas (5.000-2.500 a.C.)
El Neolítico se caracterizó porque los seres humanos producían su propio alimento. La agricultura y la ganadería fueron las tareas principales y aparecieron otras actividades nuevas: elaboración textil, fabricación de cerámica, pulimiento de la piedra, etc. La necesidad de vivir junto a los cultivos fomentó la aparición de poblados estables y del sedentarismo.
El origen de estos cambios se encuentra en la llegada a las costas mediterráneas de pueblos de Oriente Próximo. Desde el litoral, el proceso de neolitización se fue extendiendo al resto de la Península. Más tarde, se produjo también la llegada de influencias neolíticas a través del continente europeo.
El Neolítico peninsular se suele dividir en dos etapas:
§  En una primera fase (5.000-3.500 a.C.) los asentamientos se realizaron en cuevas y se desarrollaron fundamentalmente en la costa mediterránea, desde Cataluña hasta Andalucía –cuevas de Fontmajor (Cataluña), L´Or y Sarsa (Comunidad Valenciana), Nerja (Andalucía), Sima de la Serreta (Murcia)–. Se desarrolla la cultura de la cerámica cardial, caracterizada por su decoración impresa con conchas de berberecho (cardium edule).
§  En una segunda fase (3.500-2.500 a.C.) aparecieron verdaderos poblados que ahora se situaron en zonas más llanas y adecuadas para el cultivo. En el sureste peninsular este periodo final es conocido como cultura de Almería. Mientras, en Cataluña se desarrolló la llamada cultura de los sepulcros de fosa, caracterizada por la presencia de necrópolis.
El desarrollo de la tradición funeraria se manifestó en la aparición del megalitismo. Se trata de culturas que construían monumentos para enterramientos colectivos. En la Península predominan el dolmen, el sepulcro de corredor y el tholos –un sepulcro de corredor con una falsa cúpula.
Los cambios sociales y económicos fueron muy importantes. A la agricultura y la ganadería se unió la aparición del comercio y de la minería. Todo ello exigía una organización social más compleja, determinada por la división del trabajo y por el control del excedente alimentario. Estos factores contribuyeron al surgimiento de una primera jerarquización social.
1.4. Las culturas de los metales
La aparición del trabajo de los metales marcó un hito tecnológico esencial. Esta etapa se ha divido en tres edades en función del metal predominante.
§  La Edad del Cobre o Calcolítico es la más antigua. En la Península comenzó en torno al 3.000 a.C. y terminó hacia el 1.700 a.C. En los yacimientos han aparecido utensilios como puñales, agujas, puntas de flecha, etc. Proliferaron monumentos megalíticos y aparecieron poblados amurallados. Las culturas más importantes fueron la de Los Millares (Almería) y la cultura del vaso campaniforme.
§  La Edad del Bronce aparece en la Península hacia el 1.700 a.C. y declina hacia el 1.000 a.C. El bronce supuso un notable avance respecto al cobre. En los yacimientos son abundantes las armas y las piezas de orfebrería. Los grupos sociales se fueron haciendo más complejos. Los poblados se agrandaron mediante un cierto ordenamiento urbanístico. Destacan las culturas de El Argar (Almería); la de los campos de urnas (valle del Ebro, Cataluña, Comunidad Valenciana), y la megalítica de las islas Baleares, representada por talayots, navetas, taulas, etc.
§  La Edad del Hierro comenzó en la Península en torno al 1.000 a.C. En esta etapa se inició el período propiamente histórico de la mano de los celtas y de los primeros pueblos colonizadores: fenicios, griegos y cartagineses.

ACTIVIDADES DE REFLEXIÓN Y CONSOLIDACIÓN:
1. ¿Cuáles son los restos humanos más antiguos de la Península? ¿Cuál es su importancia?
2. Busca información sobre alguna de las teorías que explican la extinción del hombre de Neandertal.
3. Enumera las principales consecuencias que se derivan del paso de una economía depredadora a otra productora para las sociedades neolíticas.


[1] Mesolítico o Epipaleolítico: Período prehistórico intermedio que marca la transición entre el Paleolítico y el Neolítico.

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