domingo, 10 de febrero de 2019

Temas Historia de España 2º Bachillerato. Tema 1: Las raíces históricas. Los pueblos prerromanos.

Temas Historia de España 2º Bachillerato. Tema 1: Las raíces históricas. Los pueblos prerromanos. 

LOS PUEBLOS PRERROMANOS
1.       Los pueblos peninsulares: iberos y celtas
Durante el primer milenio se fueron conformando en la Península dos culturas distintas pero relativamente interrelacionadas: la cultura celta y la cultura ibera. El contacto entre ambos pueblos fue importante, lo que ha dado lugar a que a aquellos que habitaban en la zona central de la Península se les haya denominado celtíberos.
A su vez tuvieron contacto con otros pueblos europeos y de la zona mediterránea de los que importaron costumbres y formas de vida y con los que mantuvieron un contacto casi continuo.
Ø  Los celtas
Los celtas llegaron a la Península en los inicios del primer milenio, procedentes de Centroeuropa, y se asentaron en la Meseta norte y en el noroeste (Galicia, norte de Portugal, Asturias). Aportaron numerosos avances técnicos a la zona, como el uso de la metalurgia. Sus asentamientos más representativos fueron los castros.
Existe una dificultad importante para el estudio de los celtas debido a la escasez de las fuentes. Por esta razón, sus costumbres son bastantes desconocidas, tenemos sobre todo referencias romanas, que los presentan con formas de vida muy primitivas. Es generalmente aceptado que su sociedad se organizaba en tribus, hablaban lenguas indoeuropeas y no conocían la escritura.
La dedicación principal de los pueblos celtas era la ganadería, aunque también existían poblados de agricultores.
También existen restos arqueológicos que nos indican que fabricaban instrumentos toscos de cerámica, telas y objetos de bronce. 
Ø  Los iberos
Los iberos estaban asentados en el sur de la Península y en la costa mediterránea. Se trataba de un conjunto de pueblos con muchas características comunes pero que nunca establecieron ninguna forma de unidad política entre ellos. Poseyeron, eso sí, una entidad cultural común muy destacable que se desarrolló especialmente entre los siglos VII y II a.C.
La sociedad ibera era tribal y estaba muy jerarquizada en función del poder económico y también del militar. La casta guerrera fue muy importante, aunque nunca existió un ejército regular. Los poblados solían amurallarse y localizarse en zonas de fácil defensa.
Su economía se basaba en la agricultura y la ganadería; establecieron también relaciones comerciales profundas con griegos, fenicios y cartagineses, llegando a acuñar monedas.
Su organización política estaba bastante desarrollada debido a la influencia del modelo de la ciudad-Estado, traído por los fenicios y griegos. Cada Estado podía comprender varias ciudades con sus territorios circundantes. El modelo político más frecuente era la monarquía, es decir, el poder era controlado por un rey. En algunos casos se impuso un modelo oligárquico[1]. En este caso, el grupo dominante controlaba el poder a través de distintas magistraturas o, incluso, mediante un Senado en el que todos sus miembros estaban representados, como ocurrió en Arse-Saguntum. No obstante, en la mayoría de casos predominaba la monarquía.
Igualmente su desarrollo cultural fue destacable. 
§  Conocieron y utilizaron la escritura, expresión de una lengua común pero que se escribía con diversos alfabetos. Actualmente su escritura puede leerse pero no comprenderse.
§  La religión ibera presentaba un gran eclecticismo y recibió notables influencias griegas y púnicas que se mezclaron con las creencias ancestrales de los iberos; los santuarios en plena naturaleza fueron frecuentes, pero los templos urbanos eran más escasos.
§  El arte ibero estuvo también muy influido por el de griegos y cartagineses. Especialmente significativa es la escultura, en la que destacan obras como las damas de Elche y Baza, la Bicha de Balazote, el guerrero de Moixent, etc. La temática predominante fue la plasmación de figuras humanas y de animales, tanto reales como imaginarias. Se trató de un arte figurativo en el que predominaba la funcionalidad religiosa o funeraria. Estéticamente fue más importante el detallismo que la calidad del conjunto.

Ø  Los celtíberos
En la zona de confluencia entre celtas e iberos –Sistema Ibérico, este de la Meseta, Sistema Central– surgió una cultura con características peculiares procedente tanto del mundo celta como del ibero: fueron los celtíberos. Mezclaban elementos de ambas culturas, aunque predominaba el factor celta, y su grado de complejidad social era también intermedio entre el primitivismo celta y la mayor complejidad social de los iberos.
Los que habitaban en las zonas llanas se dedicaban principalmente a la agricultura del cereal, mientras que los que estaban instalados en las áreas montañosas optaron en su mayoría por la ganadería.
Eran extraordinarios guerreros, dotados, además, de una excelente tecnología armamentística (la falcata ibera). Tanto cartagineses como romanos los incorporaron a sus ejércitos.

2.       Los primeros pueblos colonizadores
Desde principios del primer milenio antes de Cristo diversas potencias colonizadoras procedentes del Mediterráneo oriental se asentaron en la península Ibérica. Las razones geoestratégicas y la potencialidad económica del territorio fueron las razones de esta oleada colonizadora.
§  Los primeros que iniciaron la colonización de la Península fueron los fenicios, pueblo mercantil procedente del actual Líbano. Hacia el siglo IX a.C. fundaron la ciudad de Gadir (Cádiz) desde donde se expandieron por el territorio de la actual Andalucía y del sur de Portugal: Sexi (Almuñécar), Malaka (Málaga), etc. La posición estratégica de la zona para las relaciones comerciales –entre el Mediterráneo y el Atlántico y a un paso de África– así como la abundancia de metales explican su interés por controlar estos territorios.
§  Más tarde, hacia el siglo VIII a.C., llegaron los griegos. Fundaron algunos enclaves relativamente importantes en la parte norte de la costa mediterránea peninsular: Emporion (Ampurias), Rhode (Rosas), etc. Desde allí se establecieron en algunos puntos costeros (Hemeroscopeion, se supone que situada cerca de la actual Denia, Mainake, cerca de Málaga). Su principal objetivo era establecer relaciones comerciales para obtener metales, esparto, aceite de oliva y sal.
§  Ya en el siglo VI a.C. los cartagineses comenzaron a controlar el sur peninsular, continuando el dominio que habían iniciado los fenicios en esta zona y expandiéndolo hacia el este y el norte. Su colonización tuvo primero un carácter de búsqueda de alianzas y pactos; pero, a partir del siglo III a.C. cambió y adquirió los rasgos de una conquista militar. Para ello fundaron una serie de emporios: Ebyssos (Ibiza) –de origen fenicio– Baria (en Almería), Quart Hadasht o Cartago Nova (Cartagena), etc. 
Todos estos pueblos establecieron unas relaciones de tipo colonial con los pueblos peninsulares, es decir, impusieron un dominio total sobre los territorios en los que se asentaron y establecieron lazos comerciales con los pueblos vecinos. Pero también actuaron como difusores de elementos culturales y tecnológicos más avanzados; se difundieron así técnicas como el arado, la moneda, los modelos urbanísticos, la salazón, el uso de metalurgia del hierro, etc.


ACTIVIDADES REFLEXIÓN
1. ¿Por qué es más avanzada la cultura ibera que la celta? Justifica tu respuesta.
2. Infórmate y explica la diferencia entre “colonia” y “factoría comercial”.



[1] Oligarquía: Forma de gobierno en la cual el poder político es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase social.

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