sábado, 28 de abril de 2018

Tema EBAU.- La Guerra Civil.


TEMA EBAU: LA GUERRA CIVIL

Introducción.- La Guerra Civil (1936-39) supuso el fracaso del proyecto republicano de vertebrar un régimen político basado en la democracia. En su origen está el progresivo abismo que se fue abriendo entre “las dos Españas”, la de los viejos grupos dominantes y la de las nuevas clases emergentes que desean un estado democrático y mayor justicia social. Cada intento de afrontar los  males estructurales de España (propiedad de la tierra, condiciones laborales, reforma de la enseñanza, desvinculación Iglesia-Estado, descentralización administrativa y concesión de estatutos de autonomía…) era visto como una agravio por  terratenientes, empresarios, militares, iglesia… La aparición en Europa de sistemas políticos dictatoriales (fascista y nazi a la derecha y soviético a la izquierda) acabó por radicalizarlas y enfrentarlas.
Desarrollo.-
Alzamiento.- Los resultados electores (febrero de 1936) no contentaron a los partidos de derechas, los cuales, junto con un amplio sector del ejército, comenzaron a planificar un golpe de estado. Los asesinatos de Castillo y, en especial, el de Calvo Sotelo (13 de julio) precipitaron los acontecimientos. El Alzamiento Nacional (denominación franquista) se inició en Marruecos el 17 de julio de 1936 y se extendió a la Península en los días siguientes. Inicialmente sólo triunfó en las zonas agrarias donde predominaba la derecha: Álava,  Aragón, Castilla y León, Galicia, Baleares (menos Menorca), Navarra (región de fuerte implantación carlista), norte de Extremadura, Canarias y el protectorado marroquí. También triunfó en Sevilla desde donde se extendió por  Andalucía occidental, y en  ciudades aisladas del resto de la zona nacional, como Zaragoza, Granada y Oviedo. El resto se mantuvo fiel a la República. Esta situación condujo a la guerra.
La acción de los gobiernos.-  La situación de partida era ligeramente favorable a la España republicana, pues estaban bajo su control las ciudades más importantes desde el punto de vista económico y demográfico (Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga), así como todas las regiones mediterráneas y la mayor parte de la cornisa industrial cantábrica, así como la mayor parte de la aviación y la marina. Sin embargo no la aprovechó por la división interna de las fuerzas republicanas (guerra o revolución) y la lentitud de reacción del Gobierno, que no atendió la petición de armas por parte de los comités obreros para parar a los sublevados y minimizó la rebelión.  Por el contrario, en el bando sublevado desde el principio hubo unidad de mando lo que le permitió actuar con rapidez y llevar la iniciativa, enviando soldados y material desde Marruecos  y enlazar las zonas que controlaba (Sevilla con Granada, el Ejército del Sur con el del Norte a través de Badajoz).
Tras una serie de errores estratégicos graves (no dificultar el paso del ejército del norte de Marruecos a la península) el bando republicano se fue organizando. Se formó un gobierno de concentración presidido por Largo Caballero (más tarde sustituido por Negrín), que creó un único Ejército Popular y dirigió de forma coordinada los esfuerzos bélicos de la República acabando así con el desorden interno  que había hecho que hasta entonces cada partido político o sindicato realizase la defensa por su cuenta. La desesperada defensa de Madrid contra el ataque de los nacionales fue un éxito de este nuevo ejército. A partir de ese momento, los frentes se estabilizaron.
La internacionalización del conflicto.-  El fracaso de los nacionales en su afán por conquistar la capital madrileña hizo evidente que la guerra sería larga. Se recurrió a la ayuda extranjera para proveerse de armamento y víveres. Francia e Inglaterra (democracias), defendieron la política de “no intervención” e impulsaron la consitución de un “Comité de no intervención”, por el que la mayoría de los países se comprometían a no enviar soldados ni armamento a ninguno de los dos bandos. En la práctica, fue papel mojado, pues hubo una activísima participación extranjera. El bando nacional obtuvo tropas y material bélico de Alemania e Italia (país que envió entre 70.000 y 100.000 soldados); contó con unos 100.000 marroquíes y con el apoyo de Portugal (dictadura de Oliveira Salazar). Por su parte, el bando republicano consiguió armamento e instructores militares de la Unión Soviética, además de las Brigadas Internacionales (voluntarios de distintos países, entre 40.000 y 60.000 soldados). Sólo la intervención permite comprender la larga duración del conflicto español.
Las principales fases del conflicto son:
1936: inicialmente los esfuerzos se centra en enlazar los territorios donde el alzamiento había triunfado: oeste de Andalucía (Sevilla-Granada) y avanzar por Castilla La Mancha, Extremadura y Salamanca. El siguiente objetivo fue intentar ocupar Madrid (campaña de noviembre), hacía donde enviaron los ejércitos del Norte (desde Navarra) dirigidos por Mola y desde el SW dirigido por Franco. Pero Madrid resiste gracias a la resistencia popular (“no pasarán”) y al apoyo de las Brigadas Internacionales. Por parte republicana se intenta la toma de Zaragoza desde Cataluña, pero también es un fracaso.
En 1937, tras el fracaso de Madrid, las tropas nacionales emprenden la campaña del norte y toman Asturias, Cantabria y País Vasco (bombardeo de Guernica por parte de la aviación alemana). Todo el Cantábrico queda bajo control de los sublevados. En el sur toman Málaga. Otro sucesos destacables son el fracaso del nuevo intentó por ocupar Madrid cortando sus comunicaciones  por el este (batallas del Jarama y de Guadalajara) y el fracaso de las ofensivas republicanas (batallas de Brunete y Belchite).
En 1938 los nacionales lanzan su ofensiva hacia el Mediterráneo. Ocupan Vinaroz (Castellón), dividen la zona republicana aislando a Cataluña. Como respuesta los republicanos lanzan por sorpresa una ofensiva y en verano tiene lugar la batalla del Ebro, la más sangrienta y larga (cuatro meses). Pero tras la sorpresa inicial la victoria fue para el bando nacional. La República quedó extenuada y dividida en dos zonas.
1939 fue una larga agonía. En enero Cataluña es ocupada y se produce un éxodo de decenas de miles de exiliados hacia Francia. Sólo quedaban en poder de la República Madrid, la Meseta Sur y el Levante. En Madrid se formó una Junta de Defensa (dirigida por el coronel Casado) para negociar las condiciones de la rendición, a la que se opusieron los comunistas. La respuesta del “Caudillo” fue negativa, deseaba una rendición sin condiciones. La división entre partidarios y contrarios a continuar la lucha permitió a las tropas nacionales ocupar sin apenas resistencia las últimas ciudades (Madrid el día 28 de marzo; Valencia, Alicante y Cartagena el 31). El 1 de abril Franco firmaba su último parte de guerra.
Consecuencias.- la guerra fue un desastre económico (hasta bien entrados los años cincuenta no se recuperaron los índices de producción anteriores a 1936); unas 500.000 viviendas destruidas, carreteras y ferrocarriles destrozados, reducción de más del 40 % de la cabaña ganadera, pérdidas en el patrimonio cultural y artístico, pérdida de las reservas de oro del Banco de España. Demográficamente, pese a las discusiones entre historiadores, se baraja una cifra cercana a los 500.000 muertos (no sólo combatientes, sino también población civil que sufrió los bombardeos de pueblos y ciudades así como la represión). Cifra a la que hay que sumar los exiliados (más de 400.000) entre los que figuran gran número de intelectuales y científicos lo que empobrece la vida cultural del país-
CONCLUSIÓN.- El golpe militar triunfó sólo en una parte del país, por lo que éste se dividió en dos bandos irreconciliables que se enfrentaron durante casi tres años. El acierto en la estrategia del bando nacional, su unidad en torno al ejército y a la figura del general Franco, y la ayuda efectiva que recibió de las potencias fascistas (Italia y Alemania), son factores decisivos para comprender el triunfo final sobre su oponente, el bando republicano, el cual se caracterizó por la inexperiencia bélica, el desorden interno y la falta de unidad. Las consecuencias de la guerra fueron catastróficas: un gran número de víctimas, el exilio de muchos miles de republicanos, el hambre causada por la destrucción y la implantación de un régimen dictatorial que duró 36 años (1939-1975). Desde un punto de vista La Guerra Civil puede considerarse como un ensayo de la Segunda Guerra Mundial, tanto por las fuerzas políticas que se enfrentan, como por el tipo de armas y tácticas que se usaron.

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